Beneficios
Reduce el consumo de agua hasta en un 50% en comparación con métodos tradicionales.
Mejora el rendimiento de los cultivos al proporcionar el agua necesaria en el momento adecuado.
Menor gasto en agua y energía, y disminución en el uso de fertilizantes y productos químicos.
Sistemas automatizados que permiten un control preciso del riego, optimizando el tiempo y los recursos.