Control de heladas
El control de heladas es una práctica esencial para proteger los cultivos de los daños causados por las bajas temperaturas. Mediante la aplicación de agua a través de aspersores se protegen los cultivos al liberar calor latente cuando el agua se congela, manteniendo así la temperatura justo por encima del punto de congelación.
Beneficios
Minimiza el riesgo de daño por heladas, salvaguardando la producción agrícola.
Reduce las pérdidas de cultivos y asegura la calidad de la cosecha.
Adaptadas a las necesidades específicas de cada cultivo y ubicación.
Sistemas que se activan automáticamente en condiciones de helada, optimizando el uso de recursos.